domingo, octubre 15, 2006

Cuestión de Peso.

Empiezo a escribir hoy con un fin especial.
Hoy quiero comentar un tema que entra en controversión desde donde lo mires.

Lo que pasa es que me indigna ver como las personas rebajan su humanidad en programas televisivos como lo son:
"Cuestión de Peso" y "...Ni solos, ni solas". Así como es incomprensible, o más bien, inaceptable para mí por supuesto, el hecho de como una persona puede prestar su rastro de humanidad a programas en los que juegan con la vida social y personal de una persona, es también detestable el que alguien pueda ser tan hipócrita de expresar que "quiere ayudar" cuando solo tiene ganas de llenarse los bolsillos.

Voy a analizar programa por programa en posts diferentes, porque no tengo mucho tiempo para hablar de los dos.

Cuestión de peso.

Es detestable este programa por el simple hecho de jugar con la salud de un individuo. Algunos pueden definir al programa útil ya que ayuda a las personas enfermas que sufren de obesidad a superarla. Pero ¿realmente lo hacen?
Es decir, lo único que yo veo en ese programa es como derrumban a la persona y a su dignidad. Humillan al individuo en cadena nacional, ya sea que haya bajado o no de peso.
Un ejemplo claro de este episodio aberrante es el hecho de que al bajar de peso, digamos 1kg, regalan a los integrantes del reality un chocolate, es decir, ¡¡¡el programa entero se rige bajo la ley de PREMIO O CASTIGO!!!
"Si bajás te damos un chocolate, si no bajás vamos a privarte de este privilegio y/o descalificarte del juego".
Wow, que profundo y humanizante el programa que sale al aire. (Con sarcasmo)

Aunque tengo muchas cosas en contra, también es necesario decir las honorables de este programa.
Es honorable que organicen una marcha por concretar un proyecto de ley en beneficio de los que padecen obesidad.
También es destacable que la conductora tiene actitudes que permiten a los "jugadores" reconocerse una vez más a sí mismos.
Por ejemplo, bajo la pregunta: -"¿Alguna vez te pusiste una pollera?", "¿Hace cuánto que no lo hacés?"
O también mediante afirmaciones: -"¡Estás re flaco/a!".
Ahora, es inútil mencionarles esto si más tarde al finalizar el programa les gritás: -"Nos vamos, hasta la próxima, ¡quiero ver a los gorditos meneando!" como lo hizo la semana pasada la conductora del mismo.
Tampoco es útil decirle cosas como: -"Sos otra persona".
¿Es necesario no ser más yo, para lograr curarme? ¿Es necesario perder tu identidad con el único propósito de bajar de peso? ¿Está bien alentar a la perdida de la autenticidad, a esconder todo un pasado por el simple hecho de haber sido gordo/a?

Nadie puede decirme que es culpa de los gordos. Hay, también, que comprender que ellos no actúan desde el quietismo. Padecen una enfermedad que es la obesidad, son discriminados por las calles y los lugares públicos. Es comprensible que ellos busquen y aborden la primer opción que se les presenta para saciar sus ganas de no ser más una persona enferma y discriminada. Pero hay que comprender que actúan desde la desesperación y nadie que actúe a partir de la desesperación puede analizar la situación más allá del nudo que se intenta resolver. Es decir, ningún gordo pensó en la posibilidad de que luego de terminar el programa y abandonarlo con 53kg por la calle puedan discriminarlo de otras maneras afectando en ellos y en doble medida.

Por ejemplo, ¿Cómo te sentirías vos si después de haber tenido un compromiso con la sociedad y con vos mismo, de haber bajado 50kg para finalizar con la discriminación que te presionaba, por la calle no se terminen las burlas si no que empiecen a decirte: -"Ahí va el gordo que fue a cuestión de peso, ¡¡Eyyy gordo!! ¿Dejaste los postres?"?

Digo que es doblemente grave por el hecho de que ya no sabrías que hacer para finalizar con esto que te duele tanto. Porque sentirías una impotencia muy grande, nada de lo que hagas va a terminar con la condena que te acosa.
Debe ser tan doloroso y tan humillante que podría hasta incitar, lamentablemente, al suicidio en el peor de los casos.

Muchos pueden decir, entoncés no ofrecer ayuda sería el mejor camino. ¡NO!
Cormillot no tendría que ayudar a los obesos a tomar medidas para remediar su enfermedad. ¡NO!

Ninguna de estas cosas. Cormillot, si tiene tantas ganas de ayudar, que no lo haga en cadena nacional, no lo hagas exponiendo a participantes para que todos vean como corren en una cinta para bajar de peso o haciendo visibles conflictos internos entre participantes para la diversión del espectador. No digo que no proporcione ayuda, porque es asombroso que lo haga (aunque de esto debería ocuparse el Estado). Solo que tendrías que dejar los intereses lucrativos de lado y no esconderlos bajo la pobre y ya desgastada dignidad, la derrumbada humanidad y la descartada identidad de los individuos como vos y como yo.