martes, abril 01, 2008

Vacío

Caminamos muchas veces, muchos de nosotros, con la sensación de vivir sin aire.
Con la falta de algo muy dentro nuestro.
Como si alguien más nos hubiese condecorado con un golpe en la boca del estómago.
Generalmente pasa cuando vamos a tomar una decisión de extrema importancia, cuando vamos a vivir un momento único, cuando estamos por lanzarnos a lo impreciso y dejarnos usurpar por el miedo.
Generalmente pasa cuando creemos que estamos solos, sin compañeros que nos puedan seguir, sin amigos con los que compartir.
Y pasa también que son esos los momentos en los que, de vez en cuando (no importa cuantas veces hayamos atravesado ese torturante, pero en ocasiones agradable, sentimiento) nos acobardamos.
Nos acobardamos por miedo a perder... perder personas, momentos, tiempo.
E inmediatamente la sensación desaparece.
Sin embargo, pasa del mismo modo si la situación es inversa... si dejamos guiarnos por algo más que nuestro miedo.
Si comenzamos a ver la decisión como algo más nuestro y la llevamos acabo sin preocupación.
Ese vacío que sentíamos dentro nuestro quitándonos el sueño y las ganas de cambiar se convertirá en aire fresco para poder respirar.

No hay comentarios.: